Los expertos de la industria sostienen que los carros de reciclaje contendrán cada vez más botellas de aluminio en los próximos años.
Embalaje de aluminio ahora está tomando muchas formas nuevas, con la botella de aluminio a la cabeza. Las botellas de aluminio han cambiado el mercado rápidamente.
Por ejemplo, Anheuser-Busch acaba de poner en marcha una línea de botellas de aluminio de $160 millones en su operación de fabricación de latas en Arnold, Mo. Esto duplica la capacidad de la planta para fabricar botellas de aluminio de 16 onzas, llevándola a mil millones de botellas por año. Otra de las siete instalaciones de fabricación de latas de la empresa, en Jacksonville, Florida, se ampliará a principios del próximo año para fabricar más botellas de aluminio, a un costo de $170 millones.
De manera similar, Coca-Cola ha anunciado que triplicará el uso de botellas de aluminio. Ruiz predice que el mercado de botellas de aluminio de EE. UU. alcanzará los 4 mil millones de contenedores en 2019.
Una razón clave para el crecimiento del mercado de las botellas es su propiedad de barrera contra gases, que pone al envase a la par de las botellas de vidrio en términos de mantener la bebida fresca y sin pérdida de carbonatación. En comparación con el vidrio, las botellas de aluminio no son tan pesadas, lo que genera un ahorro considerable en los costos de envío de bebidas.
Una nueva tendencia en las botellas de aluminio es el cambio de los fabricantes de latas de la fabricación por extrusión por impacto al uso de procesos de estirado y hierro (D&I). Por lo tanto, la botella de aluminio requiere mucho menos metal. Por ejemplo, una botella de extrusión por impacto de 16 onzas pesa alrededor de 50 gramos, pero un contenedor D&I pesa solo 31 gramos. Este nuevo método de fabricación se considera una razón de peso para que la botella de aluminio experimente un fuerte crecimiento.